En Aragón somos muy de conservar las cosas auténticas de la vida. El monte, el campo, lo rural, la familia, las tradiciones y, como no, el Ternasco de Aragón.
Los libros han puesto a Aragón en boca del mundo desde hace muchos siglos. Hablamos de un territorio con una dilatada historia a sus espaldas. En nuestra comunidad se han encontrado numerosos restos prehistóricos, siendo un lugar destacado en la romanización. Territorio de taifas y reinos y escenario de importantes guerras y luchas por el control.
Es posible que en trasiego de esos ires y venires se haya forjado esa cultura que tanto nos caracteriza. Muchos nos tachan de cabezotas, y puede que en parte lo seamos, pero también coinciden en destacar ese carácter afable y cercano con el que nos relacionamos. De igual forma subrayan la nobleza y la humildad con la que afrontamos el día a día. Dicen que en Aragón somos gente de palabra, gente en la que se puede confiar. Gente de gran corazón. Aunque también es verdad que a veces usamos un vocabulario que no todo el mundo entiende.
Y es que en Aragón somos muy de hacer las cosas a nuestra manera. Y al igual que el Ternasco de Aragón, posiblemente uno de los productos gastroalimentarios más representativos de nuestra comunidad, estamos comprometidos con el origen y la sostenibilidad de nuestro territorio. El carácter de los aragoneses y de todos los que formamos parte del Ternasco de Aragón es buena prueba de ello. Ahora veréis por qué.
Somos muy de campo. Y es que nos encanta disfrutar de nuestro tiempo libre fuera del bullicio de las ciudades. Respirar aire limpio, el contacto con la hierba fresca y echar kilómetros por las tierras de Aragón. Exactamente igual que a nuestras ovejas.
Somos muy de aquí. Que nadie nos toque nuestra raíz y Aragón siempre en el corazón. Llevamos el sentimiento de pertenencia hasta tal punto que incluso nuestro cordero más reconocido tiene de apellido Aragón.
Somos muy de monte. Somos unos amantes incondicionales de las montañas, independientemente de que haga calor o frío. De hecho, al salir a pastar habitulamente con nuestras ovejas ayudamos a prevenir incendios forestales y la destrucción de estos parajes de valor incalculable.
Somos muy de lo rural. Nos gusta vivir en el pueblo, saludar al vecino y el vivir sin prisa. Exactamente igual que nuestros ganaderos, que en su día a día ayudan a mantener los pueblos vivos. Y es que sus rebaños están presentes en 294 municipios de Aragón. El 80 por ciento de ellos menores de 1.000 habitantes.
Somos muy de familia. Los nuestros son lo más importante y siempre tratamos de estar juntos para continuar adelante. De hecho, muchas de las ganaderías inscritas en la IGP Ternasco de Aragón están gestionadas por toda la familia y la gran mayoría de estas familias están unidas en cooperativas o agrupaciones.
Somos muy de tradiciones. Somos muy de seguir todas esas tradiciones heredadas de un estilo de vida y una cultura milenaria. Tradiciones como la de criar uno de los corderos más reconocidos y valorados de España.
Campaña financiada con fondos Feader (Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural), Europa invierte en las zonas rurales. Colabora Gobierno de Aragón y Aragón Alimentos Nobles.