El Ternasco de Aragón es uno de los alimentos de Aragón que mejor reflejan nuestra cultura y nuestro carácter noble. Una carne de cordero que es realidad gracias al esfuerzo, a la pasión y al compromiso de cientos de ganaderos y ganaderas de nuestro territorio por conservar las cosas auténticas de la vida.

Detrás de la IGP Ternasco de Aragón se encuentra un producto de proximidad, medioambientalmente sostenible y que, además, ayuda a fijar la población en el medio rural. Una carne de cordero que es fruto del compromiso de cientos de ganaderos y ganaderas de nuestro territorio por conservar las cosas auténticas de la vida.

Y es que el pastoreo extensivo del ovino juega (desde siempre) un papel fundamental en nuestro territorio. Durante siglos, las ganaderías de ovino en Aragón han sido los motores de la economía rural y del desarrollo. Algo que ha quedado reflejado en aspectos como nuestra cultura o nuestro carácter noble.

El proceso de crianza amparado bajo la IGP Ternasco de Aragón se basa en el aprovechamiento de los recursos forrajeros locales mediante el pastoreo. Uno de los sistemas alimentarios más sostenibles del planeta según un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Ambiente y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Y es que el pastoreo contribuye a mitigar el cambio climático ya que favorece la incorporación de carbono en el suelo y reduce las emisiones a través de la reducción del riesgo de incendios. Es, sin duda, una actividad importantísima que juega un papel esencial para fomentar la sostenibilidad y contribuir en el mantenimiento de los ecosistemas de nuestro territorio.

El Ternasco de Aragón cuenta con cientos de ganaderos y ganaderas adscritos a la IGP a lo largo y ancho de nuestro territorio. Ganaderos que, en ocasiones, ejercen el pastoreo a lo largo de varias generaciones. Este es el caso de la familia Larraz de Novés (Huesca). Una pequeña pedanía de Jaca, de unos 30 habitantes, situada en el margen derecho del río Aragón entre Jaca y Pamplona.

Familia Larraz, comprometidos con el origen desde hace cinco generaciones

José Luis Larraz y su hermana Virginia, quinta generación de ganaderos de la familia, gestionan un rebaño de más de 1.000 ovejas de raza Rasa Aragonesa. El padre de ellos, también llamado José Luis, les echa una mano de vez en cuando a pesar de estar jubilado: “Mientras pueda ayudar lo seguiré haciendo”, nos comentaba José Luis padre hace pocos días. Y es que, como él dice, el pastoreo se lleva siempre por dentro.

Son una familia muy comprometida con su territorio y con el entorno. Pastan con sus ovejas durante todo el año en los alrededores de Novés, contribuyendo de esta forma a la limpieza de caminos y montes bajos. Y durante el verano lo hacen en el puerto de Collarada, lugar al que suben en trasterminancia junto a otros cuatro ganaderos de la zona.

Pero su compromiso con el Ternasco de Aragón va más allá. Y es que, además, están acogidos con su rebaño a los programas de mejora de UPRA-Oviaragón para conseguir un estándar racial, profesionalizar la producción e incrementar la prolificidad.

Son muchos los ganaderos que al igual que José Luis y Virginia están comprometidos desde el origen con el objetivo de garantizar unos estándares de calidad óptimos que se traducen en una carne de cordero tierna, sabrosa y saludable. Adecuada para todo tipo de consumidores, desde los más pequeños a los de mayor edad.

En nombre de la familia larraz, así como del resto de ganaderos y ganaderas que forman parte de la IGP Ternasco de Aragón, os deseamos unos días llenos de magia e ilusión para vivir las cosas auténticas de la vida. 😉

 


Campaña financiada con fondos Feader (Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural), Europa invierte en las zonas rurales. Colabora Gobierno de Aragón y Aragón Alimentos Nobles.