Las razas de ovino autóctonas Ojinegra de Teruel y Maellana, ésta última en peligro de extinción, son una pieza importante para el desarrollo económico y social rural de la provincia de Teruel

Teruel es una provincia de contrastes. A la dureza del terreno y el clima hay que añadir otras dificultades como las comunicaciones. Sin duda, un hándicap para algunos aspectos como el desarrollo rural. Un difícil contexto al que siempre han contribuido positivamente las ganaderías de ovino tradicional, que han jugado un papel fundamental para el desarrollo económico y social rural de la provincia de Teruel. Y en particular, algunas razas como la Ojinegra de Teruel o la Maellana, adscritas ambas a la IGP Ternasco de Aragón. Ésta última, lamentablemente, se encuentra en peligro de extinción.

Raza Maellana. Una oveja autóctona del Bajo Aragón

La oveja de raza Maellana es una oveja criada tradicionalmente en el bajo Aragón, en la zona limítrofe entre las provincias de Teruel y Zaragoza.

Se trata de una oveja de tamaño medio que desataca por su gran adaptación en entornos duros. Además de su gran capacidad para la producción de carne. Unos aspectos suficientemente importantes como para apostar por su conservación. Tal y como os hemos adelantado, esta raza de ovejas está en peligro de extinción.

En cuanto a la morfología, lo que más destaca es la prominente convexidad de la zona fontonasal. Un aspecto determinante que la diferencia fácilmente de cualquier otra raza de ovejas.

Uno de los ganaderos de la provincia de Teruel que apuestan por mantener y proteger a la oveja Maellana es José María Bonfil de la localidad de Cretas, que cuenta con un rebaño de 475 ovejas. Tal y como él dice, «defender la ganadería autóctona es esencial».

Y es que gracias a todos esos ganaderos y ganaderas de la provincia de Teruel – como José María – que han apostado de verdad por mantener ciertas razas de ganado autóctono, bien por decisión propia o continuando el oficio de sus padres, hoy en día podemos disfrutar de extraordinarios productos como el Ternasco de Aragón.

Nadie debería olvidar, además, la importantísima labor medioambiental que desempeñan todos estos ganaderos para el mantenimiento de nuestros pastos y nuestros montes. Una forma de evitar la proliferación de incendios forestales. Esperemos no tener que lamentar nunca la pérdida de razas en peligro de extinción como es el caso de la Maellana.

No queremos finalizar sin mencionar de igual modo el excelente trabajo que realiza la Asociación de Ganaderos de la Raza Maellana (ARAMA) para mantener esta raza.

 


Campaña financiada con fondos de la Diputación Provincial de Teruel