Hoy os queremos hablar de los collares de Ternasco de Aragón IGP, una de las partes de ricas y sabrosas del cordero. Si queréis saberlo todo sobre este espectacular corte, no os perdáis el post.

Nunca es tarde – ni hace demasiado calor – para disfrutar de un buen guiso cocinado a fuego lento. Exactamente como hacían nuestras abuelas; con una gran sonrisa y todo su cariño. Por eso, hoy hemos decidido homenajearlas con una receta de collares de Ternasco de Aragón. Una receta de esas de “toma pan y moja”.

Cuando muchos de nosotros pensamos en el típico guiso de la abuela nos invade un sentimiento inevitable de nostalgia. ¿A que sí? Y es que, sin darnos cuenta, experimentamos un viaje al pasado en el que nos vemos inmersos en multitud de recuerdos en forma de palabras, imágenes o sensaciones. ¡Cuántas emociones!

Eso es precisamente lo que nos ha sucedido cuando hemos pensado en hacer un guiso e inevitablemente han aparecido los recuerdos de nuestras abuelas. Así que, la receta que os proponemos hoy – collares de Ternasco de Aragón en pepitoria simple – está especialmente dedicada a ellas.

Pero, antes de nada, os vamos a contar con pelos y señales qué son los collares de Ternasco de Aragón. Los collares de Ternasco de Aragón están considerados como una de las partes de ricas y sabrosas del cordero debido a que cuentan con más grasa infiltrada. Son unas rodajas de cuello con hueso, de unos 10-12 milímetros de anchura, que resultan perfectas a la plancha, a la brasa o guisadas. En caso de preferir elaborar los collares guisados (tipo osso buco), conviene que tengan unos 3 cm de grosor. Los collares son, por lo tanto, una nueva forma de consumir el tradicional cuello.

Collares de Ternasco de Aragón IGP

*Truco: antes de cocinar los medallones, es conveniente hacer un corte en la piel para que no se comben.

Y ahora que sabéis todo lo necesario sobre este espectacular corte, os proponemos elaborar la siguiente receta: collares de Ternasco de Aragón IGP en pepitoria simple. ¿Os atrevéis?

Ingredientes para 4 personas

  • 160 gr. collares de Ternasco de Aragón IGP
  • 2 cebollas de Fuentes de Ebro DOP
  • 1 litro de Cerveza rubia
  • Pimienta negra en grano
  • 1 hoja de laurel
  • Sal fina
  • Orégano
  • 1 huevo
  • 50 gr de Almendras tostadas
  • Pan frito

Preparación de los collares de Ternasco de Aragón IGP en pepitoria simple

En primer lugar, comenzamos cortando la cebolla en juliana. Ya sabéis, en tiras alargadas y finas. A continuación, cogemos una perola y colocamos una base de la cebolla recién cortada, otra base de collares de Ternasco de Aragón IGP y nuevamente encima. Añadimos unas hojas de laurel, orégano, sal al gusto y bolas de pimienta y vertemos por encima la cerveza.

Dejamos que reduzca el guiso a fuego lento durante 1 hora y 45 minutos.

Cundo esté listo, cogemos un cazo del caldo resultante del guiso, lo añadimos a un bol junto al pan frito, el ajo, una yema de huevo duro y las almendras. Trituramos todo junto con la ayuda de una batidora de pie y, una vez listo, añadimos la mezcla al guiso y lo dejamos 15 minutos más a fuego lento.

Por último, servimos los collares que nos apetezca comer en un plato hondo, eso si, con abundante salsa y cebolla.

¡Y listo! Sabemos que los guisos de la abuela son los guisos de la abuela. Pero seguro que este guiso, acompañado de un buen pan de pueblo y un buen vino de la tierra, os sentará fenomenal. 😉

Aquí os dejamos la vídeo-receta para que no os quede ninguna duda:

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*Esta receta pertenece a “Carnes con Estilo”. Una campaña desarrollada conjuntamente entre Ternasco de Aragón y Ternera Gallega, con el objetivo de impulsar entre los consumidores el conocimiento de las figuras de calidad diferenciada amparadas por el sello de Indicación Geográfica Protegida (IGP).