Grandes conjuntos patrimoniales, vinos de calidad y la figura de Goya nos acompañan durante la novena etapa de la RUT.A. Ternasco de Aragón. Una jornada que recorrerá lugares como Fuendetodos, Belchite, Daroca, Calatayud o el Monasterio de Piedra.

Comienza un nuevo día y una nueva etapa de la RUT.A. Ternasco de Aragón. Hoy recorreremos más viñedos, pero también visitaremos lugares de fuerte relevancia histórica y recordaremos la figura de uno de los aragoneses más ilustres: Francisco de Goya y Lucientes. Tiene buena pinta, ¿verdad?

La inmortal memoria de Goya

Dicho y hecho; nos ponemos en marcha y transitamos desde Cariñena los pocos kilómetros que nos separan de Fuendetodos. Esta localidad ha estado siempre ligada al prestigio de su hijo predilecto, Goya, que nació aquí en 1746. A comienzos del siglo XX, un grupo de artistas encabezados Ignacio Zuloaga revitalizaron la fama que el lugar había ido perdiendo con los años. Actualmente, la figura de Goya resulta ineludible en Fuendetodos y puede encontrarse en espacios como su casa natal, el Museo del Grabado o las dos esculturas en su memoria erigidas en sus calles y que, como bien reza una de ellas, sirven para que “el espíritu inmortal que la gloria extendió por todo el mundo, viva en el pueblo que le vio nacer”.

Además de todo lo relacionado con la figura de Goya, en Fuendetodos pueden visitarse varios monumentos y algunos búnkeres de la guerra civil. Este triste episodio de nuestra historia reciente se encuentra muy presente en la zona ya que aquí se libraron varias batallas de especial relevancia. Tras recorrer un corto tramo por la carretera A-220 llegamos al escenario de una de ellas: Belchite.

De camino al Monasterio de Piedra - Belchite

Tras la destrucción sufrida durante la guerra, las ruinas de esta localidad permanecieron intactas por razones propagandísticas y se levantó a pocos kilómetros un nuevo pueblo. “Pueblo viejo de Belchite, ya no te rondan los zagales, ya no se oirán las jotas que cantaban nuestros padres”, resume acertadamente un escrito que podemos ver entre los destrozos. Hoy en día, Belchite viejo es un importante centro de peregrinaje para curiosos y aficionados a la historia. Pero también para amantes de lo oculto, pues se dice que aquí se recogen siniestras psicofonías, se ven sombras fantasmagóricas y se escucha en tañer de campanas inexistentes. ¡Qué miedo!

En los alrededores de Belchite pueden visitarse varios yacimientos que nos ayudarán a comprender el pasado remoto de esta zona. Los amantes de las aves también pueden dejarse caer por la Reserva Ornitológica del Planerón o por el refugio faunístico de La Lomaza.

Grandes conjuntos patrimoniales

Nos da pena dejar atrás una comarca tan interesante, pero tenemos que continuar. Tomaremos la carretera A-1101 desde Villanueva de Huerva para visitar – aunque sea de paso – el embalse de las Torcas. Siguiendo en la misma dirección llegaremos a Herrera de los Navarros, donde podremos visitar el santurio de Nuestra Señora de Herrera, de construcción barroca, que ofrece unas  excepcionales vistas de todo el valle.

De camino al Monasterio de Piedra - Daroca

Siguiendo la misma carretera llegaremos a nuestro siguiente destino: Daroca. Esta ciudad aloja uno de los mayores conjuntos histórico-artísticos de Aragón. Su marcado carácter defensivo permanece patente en la presencia de sus murallas, cuyo trazado se extiende a lo largo de casi cuatro kilómetros conservando varios torreones y puertas de entrada. Dedicamos un buen rato a recorrer la ciudad y visitar algunos monumentos como los restos de su castillo, la colegiata de Santa María, las iglesias de San Miguel y Santo Domingo o la casa de los Luna. A nivel cultural, Daroca cuenta con interesantes propuestas como el Festival Internacional de Música Antigua o su feria medieval, ambos celebrados entre finales de julio y principios de agosto.

Este paseo termina por abrirnos el apetito así que buscamos algún lugar donde nos ofrezcan un poco de Ternasco de Aragón. Gastronómicamente, Daroca es una ciudad apasionante. Aquí tenemos vino adscrito a la IGP Ribera del Jiloca, pero también miel, quesos, frutas y cereales. La pastelería, además, es uno de sus más preciados hitos culinarios; los famosos moscatelicos dan buena cuenta de ello. Después de comer nos preparamos para seguir nuestro camino, pero no antes de hacer que nos cuenten la leyenda de la morica encantada. Si no la conocéis, no dudéis en preguntar por ella.

Ahora sí, tomamos la carretera N-234 para alcanzar otro de los grandes centros patrimoniales de la comunidad. Calatayud es un núcleo con una extensa historia. Sus orígenes se remontan a la ciudad celtíbera de Bílbilis, de la que deriva su gentilicio. Desde entonces, por Calatayud han pasado romanos, visigodos y musulmanes antes de ser conquistada en 1120 por Alfonso I. La ciudad llegó incluso a ser la capital de una cuarta provincia aragonesa vigente entre enero de 1822 y octubre de 1823; curioso, ¿verdad?

Calatayud cuenta con muchos ejemplos de arte mudéjar y con el conjunto fortificado árabe más extenso de España. Os recomendamos visitar las colegiatas de Santa María La Mayor y del Santo Sepulcro, las iglesias de San Pedro de los Francos, San Andrés y San Juan el Real y algunos edificios civiles como el palacio del barón de Warsage o el famoso Mesón de La Dolores. Esta última seguro que os suena, pues es la protagonista de una famosa leyenda.

 

De camino al Monasterio de Piedra - Mesón de la Dolores

De camino al Monasterio de Piedra - Mesón de la Dolores
Elaboraciones con Ternasco de Aragón del Mesón de la Dolores.

Naturaleza de primera

Cerca de Calatayud se encuentra el paisaje peculiarmente erosionado de la sierra de Armantes, un lugar que sin duda visitaremos en otra ocasión. La etapa de hoy está llegando a su fin y antes tenemos que visitar otro espectacular paraje.

Al cabo de una media hora aparcamos la moto en la puerta del Monasterio de Piedra, la última parada del día. Este espacio natural y patrimonial fue fundado a finales del siglo XII por una comunidad de monjes cistercienses que se alojó aquí. El acondicionamiento turístico del monasterio, no obstante, data del siglo XIX. Tras abonar el coste de la entrada, accedemos al recinto y paseamos por este maravilloso lugar repleto de cascadas, cuevas y lagos, así como de una flora y fauna variada y atractiva.

El monasterio está localizado en un bello paisaje de carácter abrupto articulado por el cauce de los ríos Piedra, Ortiz y Mesa.  Este lugar es famoso por sus aguas termales, así que consideramos más que oportuno visitar el spa del hotel del monasterio. Ya con el cuerpo relajado y los músculos destensados, nos damos un homenaje con una buena copa de vino DOP Calatayud mientras pensamos en lo bien que maridaría con un buen corte de carne cordero.

A continuación, nos iremos  a dormir y soñaremos con todo lo que hemos visto hoy, pero también con lo que nos espera mañana en nuestra primera jornada por tierras turolenses y de camino a Albarracín. ¡Veréis qué etapa tenemos por delante!

Si os ha gustado la novena etapa de la RUT.A. Ternasco de Aragón no os perdáis la entrega anterior! Disfrutaréis de localidades como Tarazona, Borja, Illueca, Morata de jalón, La Almunia de Doña Godina y Cariñena.