«La seducción del Ternasco de Aragón y el placer del vino» es la nueva jornada gastronómica que presentamos desde el Club del Ternasco de Aragón. En otras palabras, la noche del Marqués de Sade. Un homenaje a los sentidos en forma de maridaje que volverá a llevar el Ternasco de Aragón a la máxima expresión de la carne. ¡Porque los placeres de la vida están para disfrutarlos!

En esta ocasión lo haremos de la mano de Donatien Alphonse François de Sade, conocido por su título de Marqués de Sade. El “Divino Marqués” como algunos lo denominaban, que vivió de escándalo en escándalo y pasó una gran parte de su vida encerrado en diferentes cárceles y manicomios de Francia por mediación de su todopoderosa suegra, Marie-Madeleine de Montreuil. “Respetemos eternamente el vicio y no combatamos sino la virtud” era una de sus premisas, por lo que pasó a la historia como paradigma de la perversión a causa de la obsesión patológica que le llevo a la locura.

Pero no solo tenía ese lado desenfrenado y libertino, lo cierto es que Sade fue un verdadero filósofo, un ser que se adelantó a su tiempo y dejó “huella” en escritores e intelectuales de la talla de Dostoyevski, Nietzsche o Freud entre otros, así como en precursores del surrealismo como Dalí o el aragonés – hijo de Calanda – Buñuel.

En este contexto, en la noche del Marqués de Sade disfrutaremos de una sugerente jornada teatralizada llena de excentricidades que nos trasladará a la Francia del siglo XVIII para (re)vivir algunos momentos de la vida del propio Marqués.

Déjate embriagar por el placer del vino y por la seducción del Ternasco de Aragón, por la perversión e inmoralidad del momento y por la rebeldía de este homenaje a la figura del malogrado Sade. Y todo ello, en la que será, sin duda, una de las noches irreverentes del momento.

¿Te gustaría formar parte de este particular festín que tendrá lugar en el Antiguo la Jota de Zaragoza? Encontrarás toda la información sobre este evento en el siguiente enlace.

“Las pinturas más audaces, las descripciones más osadas, las situaciones más extraordinarias, las máximas más espantosas, las pinceladas más enérgicas tienen el solo objeto de obtener una de las más sublimes lecciones de moral que el hombre haya recibido nunca”. Donatien Alphonse François de Sade, Marqués de Sade