El Castillo de Valderrobres es una joya gótica de Teruel que todo el mundo debería conocer. Es un paseo por la historia y la arquitectura del Matarraña que no te dejará indiferente.

Valderrobres, capital de la comarca del Matarraña, es una localidad que enamora a cualquier viajero con su puente medieval sobre el río. Un acceso al casco antiguo donde se crea esa imagen tan pintoresca y característica que tenemos en la cabeza los que la hemos visitado en alguna ocasión. Las casas, algunas de ellas con balcones y terrazas que dan al propio río, parecen sacadas de un cuento. Y el efecto espejo del agua no hace sino embellecer todavía más este conjunto. Su entramado de calles conducen hacia el icono de la Villa, situado en lo más alto del casco urbano: el Castillo de Valderrobres. Una de las fortalezas góticas más elegantes y mejor conservadas de Aragón.

Lo que esconde en el interior de este monumento turolense

El castillo de Valderrobres comenzó a construirse a finales del siglo XIV, bajo el obispado de Zaragoza, como residencia señorial. La construcción se realizó sobre una colina rocosa, utilizando piedra extraída de la misma, y adaptando su planta hexagonal irregular a las necesidades del terreno. Su estilo es gótico, con elementos que datan de los siglos XII y XIV.

A lo largo de los siglos XV y XVI sufrió reformas que lo convirtieron en un palacio fortificado. Ejemplo perfecto de la transición entre la arquitectura militar y la residencial. Durante la Guerra de Sucesión y las carlistas tuvo también un papel estratégico.

De planta rectangular y con robustos muros de sillería, la fortaleza destaca por su patio central, la sala Capitular o su impresionante salón gótico, también conocido como salón de las Chimeneas, donde aún se respira la grandeza de la nobleza aragonesa. Este último es notable por sus tres arcos apuntados y tracerías en los ventanales.

Pero el castillo cuenta con otras estancias interesantes como las antiguas Caballerizas, que aún mantienen el techo original, o la galería superior, también conocida como la Cámara Oscura. Un espacio único donde se puede observar el paisaje que rodea al monumento a través de un ingenioso sistema óptico basado en un espejo y lentes para proyectar la imagen exterior.

Razones por las que visitar el Castillo de Valderrobres

Visitar el Castillo de Valderrobres es lo más cercano a viajar a la época en la que la nobleza y la iglesia marcaban el destino de estas tierras. Desde sus ventanales se contemplan vistas inigualables del Matarraña, un entorno natural de gran belleza. Es un lugar que debe recorrerse al menos una vez en la vida para comprender la fusión entre historia, arte y paisaje característico del Matarraña.

En su arquitectura gótica, sus estancias históricas, las vistas del entorno desde sus muros o su legado histórico, encontrarás unas razones más que poderosa para conocerlo.

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Si ya lo has visitado, o tienes pendiente hacerlo, no deberías perderte otros grandes hitos patrimoniales de Teruel, como el Castillo de Mora de Rubielos, otra joya gótica de la provincia, o la Torre de El Salvador de Teruel, joya mudéjar declarada Patrimonio de la Humanidad. La conexión entre estas joyas convierte a la provincia en un destino imprescindible para los amantes de la historia y la belleza monumental.

 


Campaña financiada con fondos de la Diputación Provincial de Teruel