Elaboración

Hay recetas en invierno que no pasan desapercibidas. Recetas tradicionales que siempre han estado en nuestras casas.  Y hoy, precisamente, hemos venido a hablaros de una de esas. Un clásico entre los clásicos que nunca defrauda: «Estofado de Ternasco de Aragón al vino tinto».

Para ello, vamos a usar cuello de Ternasco de Aragón. Un corte muy sabroso que destaca por su ternura y su jugosidad. Otra buena opción es usar falda.

En el momento de comprar esta carne de cordero en nuestro establecimiento de confianza, hay que tener en cuenta lo siguiente:

Si queremos hacerlo con cuello tenemos tres opciones:

  1. Pedir el cuello entero y deshuesarlo en casa. Podemos cortar la carne en filetes o en dados. Unos 200 gr. por persona.
  2. Pedir Filete de carrillón, que es el hueso ya deshuesado y separado en dos mitades. Al igual que en el primer caso, podemos cortar la carne en filetes o en dados. Una pieza por persona.
  3. Pedir Collares. Estos últimos son rodajas de cuello con hueso de unos 10-12 milímetros. Este último corte es para hacer la carne con hueso. Unos 250 gr. por persona.

Si queremos hacerlo con falda basta con que la pidamos para guisar. Unos 200 gr. por persona.

Preparación:

En primer lugar, tenemos que maridar la carne y las verduras. Por lo que vamos a meter en un bol el Ternasco de Aragón salpimentado y las verduras (cebolla, puerro, zanahoria y tomates maduros) y el vino tinto. Os recomenzamos dejarlo durante unas 8 horas.

Una vez transcurrido este tiempo, sacamos la carne y la escurrimos bien.  Reservamos las verduras – también escurridas – por un lado y el vino por otro.

Pasamos la carne por harina y la freímos con aceite bien caliente hasta que esté doradita. Cuando esté lista la apartamos a un plato.

Ahora vamos a rehogar con aceite de oliva virgen las verduras que habíamos dejado escurrir. Cuando estén listas, añadimos la carne que teníamos reservada y un poco de vino tinto. Y, finalmente, cubrimos con agua o caldo de carne y dejamos a fuego lento hasta que la carne esté bien tierna. Ahora es el momento de añadirle sal al gusto, una hoja de laurel y una ramita de tomillo y perejil.

Si queremos, antes de servir, podemos pasar la salsa por la batidora y por el chino para que quede bien fina.

Emplatado:

El empatado no tiene misterio. Eso sí, podemos acompañarlo con unas patatas añadiéndolas al guiso al final del todo.

¡No olvidéis comprar un pan rico! El estofado de Ternasco de Aragón al vino tinto es una de esas recetas de “toma pan y moja”.

Y ahora que sabéis todo lo necesario, os hacemos la pregunta del millón. ¿Quién se anima a preparar esta receta? ¡Venga que lo tenéis chupado!

¡Salud!

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