La ciudad del amor será el destino de la undécima etapa de la RUT.A. Ternasco de Aragón. Su patrimonio mudéjar, la historia de los amantes y su excelente gastronomía serán los grandes protagonistas de la jornada. Aunque antes de sumergirnos de lleno en esta sorprendente ciudad vamos a recorrer el paisaje protegido de los Pinares de Rodeno. ¿Nos acompañáis?

Hoy hemos madrugado un poco más de la cuenta porque ver amanecer en Albarracín es una delicia que no nos queríamos perder. Además, antes de visitar Teruel – la ciudad del amor por excelencia – queremos recorrer uno de los principales espacios naturales de la provincia: los Pinares de Rodeno.

Arrancamos la moto y vemos alejarse Albarracín en el retrovisor conforme avanzamos a nuestro destino. A los pocos kilómetros, un cartel nos avisa de la entrada en el paraje protegido. La vegetación comienza a cerrarse a nuestro paso y de repente nos encontramos en medio de una densa masa forestal. Los Pinares de Rodeno es una zona de abrumadora belleza donde el verde de sus árboles y el rojo de su roca arenisca contrastan de manera única. Geológicamente, el agua a dado forma durante siglos a un paisaje cargado de caprichosas formas como gnammas, taffonis o anillos de Lissegang; vaya nombres, ¿eh? La propia morfología del paraje lo hace muy atractivo para los amantes de la escalada, aunque esta solo se puede practicar en determinadas zonas acotadas.

A lo largo de la estrecha carretera aparecen varios parkings, centros de visitantes y miradores. Aprovechamos la hora temprana para recorrer algunos tramos de este espacio a pie, sin más compañía que nosotros mismos, los pinos y algunos animales cuya presencia se deja notar solo en el oído. Vemos también indicaciones que conducen a varios abrigos con arte rupestre levantino, pero si queremos cumplir con la ruta de hoy, no podemos detenernos a ver todos los rincones de los pinares. Montamos de nuevo en la moto y nos dirigimos lentamente hacia la salida del parque buscando la carretera A-1513. Tras pasar por algunas pequeñas localidades como Bezas o El Campillo nuestro destino de hoy comienza a vislumbrarse en el horizonte; estamos llegando a Teruel.

La capital turolense se nos muestra llena de actividad. Todavía es muy temprano para que nos den nuestra habitación en el hotel, pero nos acercamos hasta él para dejar nuestras alforjas en la recepción y aparcar la moto. Tras reponer fuerzas con un buen café, comenzamos nuestro recorrido a pie.

*Como alternativa de ocio en Teruel, sobre todo familiar, se puede visitar Dinópolis, el parque temático de dinosaurios de Teruel. Aunque en esta ocasión nos centraremos en recorrer la ciudad caminando. Lo dejamos pediente para la próxima visita.

De toricos y amantes

Nuestra primera parada es al mismo tiempo un indiscutible centro neurálgico turolense. La plaza del Torico es, de acuerdo con la leyenda fundacional de la ciudad, el lugar donde Alfonso II vio a un toro mugir bajo una estrella solitaria que brillaba más que el resto. Parece ser que esta señal fue la que convenció al rey aragonés para fundar aquí la nueva ciudad que sustituiría a la Tirwal musulmana y a la Turboleta celtíbera. En el centro de la plaza se encuentra la famosa fuente del Torico, una columna coronada por una pequeña escultura de un toro que cobra especial protagonismo durante el primer día de las fiestas mayores de Teruel. En esta plaza podemos ver también uno de los mejores ejemplos de arquitectura neomudéjar de la ciudad: Casa el Torico. Supongo que tras visitar esta plaza no os quedará ninguna duda sobre qué animal es el símbolo indiscutible de Teruel, ¿no?

La del toro es una de las principales leyendas de la ciudad, pero no la única. Si os preguntamos quiénes son los famosos Amantes de Teruel, ¿sabríais qué responder? ¡Seguro! Isabel de Segura y Juan (o Diego) de Marcilla son los protagonistas de una leyenda de amor que cuenta con el final trágico propio de este tipo de historias medievales. Los amantes son el otro gran símbolo de la ciudad. Todos los años, esta historia es la protagonista de una recreación convertida en fiesta popular que tiene lugar durante el mes de febrero. La propia temática de la festividad y su proximidad al día de San Valentín han conseguido que se llegue a identificar a Teruel como la ciudad del amor. ¿No os parece bonito? Pensando en este par de tortolitos, nos acercamos al mausoleo de los amantes para ver la escultura en alabastro en su honor, obra de Juan de Ávalos.

Teruel, la ciudad del amor - Mausoleo de los Amantes

La ciudad del amor, un gran centro de arte mudéjar

Junto al mausoleo encontramos la iglesia de San Pedro, su precioso claustro y los cielos estrellados pintados en sus bóvedas. Tras recorrer su interior, nos acercamos hacia la parte baja de la ciudad para bajar y subir la imponente Escalinata, otra de las grandes obras neomudéjares de la ciudad, y aprovechar que estamos en el paseo del Óvalo para sentarnos en una terraza para comer algo típico de la ciudad. Para ello, vamos a echar mano del listado de participantes del concurso Ternasco de Aragón, a ver a quién encontramos por esta zona.

Teruel, la ciudad del amor - escalinatas

Como ya hemos podido comprobar en la iglesia de San Pedro, el arte mudéjar es para Teruel lo que la buena carne de cordero es para Aragón; un imprescindible que no hay que evitar bajo ninguna circunstancia. Así, seguimos nuestro paseo por la ciudad mientras nos acercamos a la torre del Salvador. La majestuosa figura de este monumento se encuentra emplazada en el centro de una estrecha calle a la que deja paso mediante un arco apuntado. Os recomendamos consultar el horario de visitas para subir hasta la parte más alta. ¡Ya veréis que vistas de la ciudad tenéis desde ahí!

En unos cinco minutos llegamos hasta la catedral de Santa María de Mediavilla, uno de los pocos ejemplos de edificios de su clase construidos en estilo mudéjar. La imagen de este monumento es impresionante, pero entre todos sus elementos exteriores destaca su torre, su cimborrio y su pórtico principal. Hace ya unos días que concertamos una visita por su interior, así que vamos en busca de nuestro guía.

Los amantes del arte, tenemos cerca de la catedral dos lugares de visita obligatoria: el Museo de Teruel y el Museo de Arte Sacro. Cada uno a su manera, ambos ofrecen al visitante una amplia selección de piezas y obras en diferentes estilos y épocas que resultan imprescindibles para conocer la realidad histórica y cultural turolense.

La tarde ya comienza a estar avanzada, pero todavía tenemos algunas cosas más que ver en Teruel. La primera de ellas es la iglesia de San Martín, cuya torre es otro de los grandes ejemplos de arte mudéjar local. Poco a poco, estamos llegando a la parte más septentrional del casco histórico de la ciudad y comenzamos ya a vislumbrar secciones del trazado de sus murallas. A escasos metros de nosotros, por ejemplo, se encuentra la puerta de Daroca, uno de los puntos de interés que se conservan del antiguo entramado defensivo. Otros lugares similares son la puerta de San Miguel, o los torreones de Ambeles y San Esteban.

Nuestro recorrido por Teruel está llegando a su fin. Además, nuestro estómago lleva un rato reclamándonos algo con lo que jugar. Tenemos pensado hacer una ruta de tapas para descubrir las propuestas de la ciudad para el Concurso del Ternasco de Aragón, pero antes queremos asomarnos a un último lugar. Así, llegamos hasta el Los Arcos, uno de las mayores acueductos renacentistas que podemos encontrar en España. El origen de esta magna obra de ingeniería se encuentra en la necesidad de proveer de agua a la ciudad durante el siglo XIV. Hay en día, su función primordial está evidentemente superada y su carácter ha pasado a ser el de viaducto.

Teruel, la ciudad del amor - tapa del restaurante Método

 Taco de carré de Ternasco de Aragón con salsa Ton Yung Goong  – Propuesta del restaurante Método de Teruel para El Concurso del Ternasco de Aragón 2018 (categoría tapa).

Teruel, la ciudad del amor - bocata del Mercao

La pera de bocata  – Propuesta del restaurante El Mercao de Teruel para El Concurso del Ternasco de Aragón 2018 (categoría bocata).

Teruel, la ciudad del amor - plato del restaurante Rufino

Taquitos de carrillón de Ternasco de Aragón marinados y asados con patata, crema de pimiento y salsa de Yogur – Propuesta del restaurante Rufino de Teruel para El Concurso del Ternasco de Aragón 2018 (categoría plato).

*En el este enlace podéis consultar todas las propuestas de la provincia de Teruel que se han presentado al Concurso del Ternasco de Aragón 2018.

Ahora sí, sacamos de nuevo nuestro listado de establecimientos participantes en el concurso y nos adentramos en la noche turolense dispuestos a reponer fuerzas con la vista puesta en la etapa de mañana, que nos llevará a través de la comarca de Gúdar – Javalambre.

Ya que habéis llegado hasta aquí, os proponemos recorrer la décima etapa de la RUT.A. Ternasco de Aragón: Albarracín, cruce de culturas.