La duodécima etapa de la RUT.A. Ternasco de Aragón recorre la comarca de Gúdar–Javalambre. Un territorio muy singular que destaca por sus pueblos monumentales, sus paisajes de ensueño y un rico pasado marcado por las tradiciones.

Hoy es el duodécimo día de la ruT.A. Ternasco de Aragón y la tercera etapa en tierras turolenses. Nos levantamos en la capital de la provincia y preparamos nuestro equipaje para continuar rodando a través de la comarca de Gúdar-Javalambre, una zona limítrofe con la Comunidad Valenciana que ofrece grandes dosis de naturaleza, patrimonio y cultura.

Tras un día de poca actividad motora, arrancamos y tomamos la autovía A-23 en dirección a la capital de la comarca de Gúdar–Javalambre. Mora de Rubielos es una localidad guarecida por la sólida presencia del castillo de los Fernández de Heredia. Este se eleva sobre un alto en el centro de su casco urbano y su presencia se hace inevitable desde cualquier rincón de los alrededores. Decidimos comenzar nuestra visita en este punto, así que conducimos la moto hasta la entrada de este monumento a medio camino entre lo militar y lo residencial. Nuestro paseo incluye también edificios de notable belleza como el ayuntamiento o la ex colegiata de Santa María.

 

Gúdar-Javalambre, un paraíso entre montañas

Tras un buen rato de pasear por la localidad, decidimos que es el momento de almorzar y nos dirigimos a El Rinconcico Gastrobar, un establecimiento donde encontramos una interesante bocata de Ternasco de Aragón.

Gúdar-Javalambre, un paraíso entre montañas - El Rinconcico Gastrobar

Albóndigas de Ternasco de Aragón en salsa de miel y tomillo – Propuesta de El Rinconcico Gastrobar de Mora de Rubielos para El Concurso del Ternasco de Aragón 2018 (categoría plato).

Más patrimonio y sapos gigantes

A escasos kilómetros de Mora de Rubielos se encuentra Rubielos de Mora, pero antes de acercarnos hasta ahí queremos tomar la carretera A-228 en dirección norte para llegar hasta Alcalá de la Selva. Al igual que en Mora de Rubielos, este municipio se encuentra protegido por la imponente presencia de su castillo. Paseamos por las estrechas y empinadas calles de la localidad en busca de sus rincones con más encanto y del enorme pórtico manierista de la iglesia de San Simón y San Judas. Por aquí se cuenta la leyenda de un sapo gigantesco que, tiempos atrás, ayudó con su veneno a que los habitantes de la zona se librasen de trasgos, arpías y otras criaturas similares. Al morir, este sapo quedó petrificado a las afueras de la localidad para proteger eternamente a sus habitantes. Se dice que la piedra del sapo sigue otorgando cualidades beneficiosas, especialmente en las noches de luna llena, cuando todo aquel que la golpea tres veces es bendecido con notables aptitudes amatorias. ¿Alguien tiene a mano un calendario lunar?

En los alrededores de Alcalá de la Selva se encuentra la estación de esquí de Valdelinares, que junto a la de Javalambre da forma a la mayor oferta de deportes de invierno de la provincia y cuenta con el fiel público de la cercana Comunidad Valenciana. Durante el resto del año, el terreno montañoso de la comarca es un lugar muy apropiado para la práctica de múltiples deportes como el senderismo o el ciclismo. Sinceramente, os lo recomendamos.

La carretera A-228 nos lleva de vuelta hasta Mora de Rubielos, desde donde recorremos los escasos kilómetros que nos separan de Rubielos de Mora. A medio camino entre ambas, se encuentra el restaurante Masía de la Torre, otro lugar muy recomendado para los amantes de la gastronomía turolense. Vamos a intentar probar alguno de sus platos de carne de cordero si su horario de apertura nos lo permite.

Gúdar-Javalambre, un paraíso entre montañas - Masía La Torre

Terrina de Ternasco de Aragón – Propuesta del hotel restaurante Masía la Torre de Mora de Rubielos para El Concurso del Ternasco de Aragón 2018 (categoría plato).

El conjunto urbano de Rubielos de Mora ya fue reconocido en 1983 con el premio Europa Nostra y hoy en día conserva intacta toda su belleza. Aparcamos la moto y recorremos sus calles visitando monumentos de la talla de su ayuntamiento renacentista, la iglesia de Santa María la Mayor o el portal de San Antonio, uno de los últimos reductos de su antiguo sistema defensivo.

Rubielos de Mora es un lugar con mucho que ver y donde un simple paseo puede prolongarse durante horas. Aquí hay multitud de pequeños detalles. Por ejemplo, ¿sabíais que es difícil encontrar dos farolas iguales? Pues sí. Y esto se debe a la tradición local del trabajo de forja artesanal, que hace que cada farola tenga un pequeño detalle diferencial. Con tanto paseo se nos antoja comer algo, así que empezamos a buscar un buen lugar donde sentarnos a disfrutar de la cocina local. El hotel Los Leones y el restaurante Ángela Torres son dos interesantes propuestas de corte tradicional que nos han recomendado. Este año ambos participan en el Concurso del Ternasco de Aragón y no queremos abandonar la localidad sin hacerles una visita.

Gúdar-Javalambre, un paraíso entre montañas - hotel Los Leones

Paletilla de Ternasco de Aragón – Propuesta del hotel Los Leones de Rubielos de Mora para El Concurso del Ternasco de Aragón 2018 (categoría plato).

Gúdar-Javalambre, un paraíso entre montañas - restaurante Ángela Torres

Gourmet Gúdar-Javalambre – Propuesta del restaurante Ángela Torres de Rubielos de Mora para El Concurso del Ternasco de Aragón 2018 (categoría plato).

Los dinosaurios de Gúdar – Javalambre

Tras descansar un rato, ponemos en marcha la moto y comenzamos a recorrer tranquilamente la carretera A-1701. En poco menos de 10 minutos hemos llegado a la Región Ambarina. Este centro integrado en Territorio Dinópolis expone una colección de pequeños bloques de resina que contienen insectos atrapados desde hace la friolera de 100 millones de años. ¿No os recuerda al inicio de una famosa película sobre dinosaurios?

Visitar la Región Ambarina nos ocupa un buen rato que nos ayuda a darnos cuenta de la relevancia paleontológica de la provincia de Teruel. La verdad es que daría para planificar una ruta temática. Al finalizar, la misma carretera que nos ha conducido hasta aquí nos va acercando poco a la última para da de hoy.

Fin de etapa y descanso para el ganado

Se dice que el nombre de Mosqueruela deriva de “mosquera”, lugar de descanso para el ganado trashumante, así que nos parece un lugar la mar de adecuado para finalizar la etapa de hoy. Esta localidad presenta una ordenación urbanística propia de la Edad Media sobre la que destacan sus murallas, unas de las más interesantes de la provincia y que todavía mantienen en pie varios puntos de acceso como el portal de San Roque. Recorremos el lugar deteniéndonos a contemplar casas nobles y monumentos como la iglesia de la Asunción o el palacio del Rey Don Jaime.

Aprovechamos que todavía queda un buen rato de luz para salir del pueblo y caminar por sus alrededores. Por esta zona pasa el Camino del Cid, por lo que no es extraño ver peregrinos o ciclistas cargados con pesados equipajes. Un sendero nos conduce a uno de los puntos más curiosos de la localidad: Casetas de Cabezón. Aquí nos encontramos con un conjunto de esculturas abstractas hechas con material reciclado que se integran de manera singular con el paisaje serrano de Gúdar–Javalambre.

Respiramos profundamente el aire fresco de la naturaleza turolense y luego nos dirigimos de vuelta al caso urbano de Mosqueruela. Ahora toca buscar un lugar donde reponer fuerzas con algo de carne de cordero y un vaso de vino. Mientras, repasaremos la hoja de ruta de mañana, que nos llevará hasta los lugares más fascinantes del Maestrazgo y el Matarraña.

¡No os perdáis la entrega anterior de la RUT.A. Ternasco de Aragón! En la undécima etapa rodamos desde Albarracín hasta la ciudad de Teruel, visitando de camino el Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno. ¡Aquí encontraréis toda la información!